Comienza el jugador de abajo (fichas blancas) colocando una ficha doble, y a partir de allí cada uno de los dos por turnos va colocando una ficha con coincidencia de una cara con la libre de la última ficha colocada, y siempre dejando libre uno de los extremos de la ficha doble inicial. Pero el jugador de fichas rojas en cada turno tiene la obligación de usar siempre la cara superior de una ficha propia para que coincida con la cara libre de la última puesta (es decir no puede usar la cara inferior, que debe quedar a la vista). El otro jugador sí puede girar sus fichas, es decir usar cualquier cara. Entre ambos deben formar una tira de 16 fichas.
Similar a los juegos de dominó de tiempo atrás, el objetivo es deshacerse de todas las fichas; sólo que primero hay que jugar las nueve de abajo y después las once de arriba. Es decir, la primera a jugar puede ser cualquiera de las de abajo, y a partir de la siguiente cada ficha debe tocar a la anterior haciendo coincidir los valores en los extremos que se tocan, y armar la tira de fichas siempre hacia un mismo lado. Cuando se terminan las de abajo se sigue con las de arriba, hasta agotarlas, respetando en todo momento lo dicho. Son tres problemas a resolver.
Comentarios
Publicar un comentario