Se considera el siguiente rango para las piezas, de menor a mayor: peón, caballo, alfil, torre, dama, rey. Sólo valen los movimientos de captura y cada pieza sólo puede capturar piezas del otro color que tengan igual o menor rango. Así, el rey blanco puede capturar cualquiera de las negras, mientras que cada peón sólo puede capturar otro peón de color distinto. Los colores no siguen turnos, pudiendo capturar en cualquier momento. El objetivo es que quede una sola pieza.
Similar a los juegos de dominó de tiempo atrás, el objetivo es deshacerse de todas las fichas; sólo que primero hay que jugar las nueve de abajo y después las once de arriba. Es decir, la primera a jugar puede ser cualquiera de las de abajo, y a partir de la siguiente cada ficha debe tocar a la anterior haciendo coincidir los valores en los extremos que se tocan, y armar la tira de fichas siempre hacia un mismo lado. Cuando se terminan las de abajo se sigue con las de arriba, hasta agotarlas, respetando en todo momento lo dicho. Son tres problemas a resolver.
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