Los peones (círculos) comen en diagonal hacia arriba, y las damas (círculos con puntos) comen en diagonal hacia arriba y hacia abajo. Como ocurre en las damas, una pieza para capturar salta sobre la otra, eliminándola del tablero. En estos solitarios no hay distinción de bandos y hay que lograr que quede una sola pieza. En estos problemas no se corona, es decir los peones son siempre peones, y sólo se puede hacer capturas, no otros movimientos. ¡A comer!
Similar a los juegos de dominó de tiempo atrás, el objetivo es deshacerse de todas las fichas; sólo que primero hay que jugar las nueve de abajo y después las once de arriba. Es decir, la primera a jugar puede ser cualquiera de las de abajo, y a partir de la siguiente cada ficha debe tocar a la anterior haciendo coincidir los valores en los extremos que se tocan, y armar la tira de fichas siempre hacia un mismo lado. Cuando se terminan las de abajo se sigue con las de arriba, hasta agotarlas, respetando en todo momento lo dicho. Son tres problemas a resolver.
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